viernes, septiembre 29, 2006

Lo que sucedió a un rey con los burladores que hicieron el plagio

Burladores y granujas
"-Patronio, un hombre me ha propuesto un asunto muy importante, que será muy provechoso para mí; pero me pide que no lo sepa ninguna persona, por mucha confianza que yo tenga en ella, y tanto me encarece el secreto que afirma que puedo perder mi hacienda y mi vida, si se lo descubro a alguien. Como yo sé que por vuestro claro entendimiento ninguno os propondría algo que fuera engaño o burla, os ruego que me digáis vuestra opinión sobre este asunto.
"-Señor Conde Lucanor -dijo Patronio-, para que sepáis lo que más os conviene hacer en este negocio, me gustaría contaros lo que sucedió a un rey moro con tres pícaros granujas que llegaron a palacio".
Hace casi siete siglos que el infante Juan Manuel incluyó esta famosa historia -seguramente anónima y mucho más antigua- en El Conde Lucanor bajo el título “Lo que sucedió a un rey con los burladores que hicieron el paño”.
Como se sabe, pícaros, granujas y burladores siempre hubo, asimismo negocios provechosos basados en secretos compartidos y cantidad de gente dispuesta a sostener engaños afirmando que ve maravillosos trajes donde sólo hay desnudeces rotundas.

Plagiarios y plagiados
Ya señalamos que en nuestro trabajo identificamos y constatamos 33 (treinta y tres) fraudes suscriptos por Ricardo Ramírez Suárez y publicados por 19 (diecinueve) revistas académicas y también mencionamos otros 10 (diez) textos firmados por el falso autor y editados por otras 7 (siete) publicaciones.
Si bien estas revistas e instituciones no estaban en modo alguno obligadas a responder nuestros envíos, la cantidad de respuestas recibidas y oportunamente publicadas superó nuestras expectativas iniciales. Más allá de sus diversos caracteres y resultados, 11 (once) publicaciones involucradas nos remitieron algún acuse de recibo: 9 (nueve) desde la apertura de este sitio y otras 2 (dos) a mediados de 2004, cuando pusimos en su conocimiento los primeros fraudes investigados. En síntesis, alrededor de la mitad de las revistas comprometidas en la difusión de los plagios.
Hace unas semanas, desglosamos la composición de la otra parte involucrada, la de investigadores y publicaciones plagiadas:
El conjunto de estos artículos y reseñas plagia el trabajo intelectual de al menos 48 (cuarenta y ocho) autores y 6 (seis) traductores, sin contar un mínimo de otras 20 (veinte) firmas institucionales no personalizadas ni de otros 14 (catorce) coordinadores, compiladores e introductores probablemente esquilmados. Por otra parte, los textos plagiados que hemos podido identificar suman 61 (sesenta y uno) y se hallan previamente publicados en 17 (diecisiete) revistas académicas, 5 (cinco) diarios y revistas no académicas, 6 (seis) catálogos de librerías y editoriales, 10 (diez) libros y 19 (diecinueve) documentos de universidades, fundaciones, asociaciones, centros de investigación, etc.
La suma total es de 145 (ciento cuarenta y cinco). Convengamos que los coordinadores plagiados son sólo probables, que por convención los catálogos editoriales "plagian" fragmentos de los autores publicados, que algunos nombres han de repetirse y que a otros no hemos podido alcanzar con nuestros envíos. Supongamos, redondeando, que las víctimas enteradas de estos plagios por nuestro intermedio sean solamente cien.
De este supuesto centenar de intelectuales esquilmados hemos recibido respuesta de muy pocos, incluido el socialmente prescripto agradecimiento formal por el aviso. Sobre 48 (cuarenta y ocho) firmas de autor sólo tuvimos atenta noticia de 2 (dos): Patricia Sacipa Rodríguez y Joseph L. Scarpaci Jr. Del resto, apenas otras 2 (dos) respuestas: Jhon W. Montoya, editor-traductor de un documento de circulación restringida y Graciela Castro, editora responsable de la revista Kairos.
Entonces, la mitad de los responsables de fraude y sólo cuatro de cien víctimas de los plagios. No hace falta aplicar herramental estadístico para asumir que la diferencia es altamente significativa. Las conclusiones resultan interesantes.

Cortesanos y palafreneros
El plagio académico sólo parece tener mínima importancia para el plagiador descubierto con las manos en la masa y para la autoridad académica y/o editor responsable de su publicación y difusión. La relevancia del plagio en el ámbito del saber científico- social quedaría reducida, a lo sumo, al eventual perjuicio del buen nombre académico, la posición ocupada y/o la salud de la relación con autoridad superior.
En este último sentido, son muy interesantes algunos correos que, dirigidos a Plagio académico, recortan con absoluta claridad un paradestinatario demasiado identificable con el jefe de turno de quien lo suscribe. Comunicaciones casi internas, lamentos, justificaciones y disculpas que parecen precisar de un tercero para ser efectuadas y que, casi siempre, nos encargamos de responder públicamente. El resultado mayoritario es la permanencia de los fraudes en las páginas de las publicaciones porque, en rigor, el plagio no es objeto de preocupación y se estima que un mea culpa políticamente correcto y remitido en privado a unos desconocidos resulta más que suficiente.
En cambio, para las víctimas del plagio no parece revestir interés alguno. Entre los autores, quién sabe pueda haber otros plagiadores que prefieran no pararse bajo unos haces lumínicos que pudieran revelar detalles invisibles en el claroscuro de la cotidianidad. U otros que consideren al plagio como una modalidad específica de reconocimiento intelectual y, por lo tanto, motivo de orgullo con independencia de las consecuencias científicas e implicaciones académicas.
En cuanto a la mayoría de los editores y más allá de la ocasional dirección en la que se consumen los robos, es posible que no le importen en absoluto unos fraudes cuya publicidad pueda amenazar la paz de sus pequeños asuntos y negocios. No vaya a ser cosa de que la defensa editorial de lo que ha publicado termine por develar que también su revista ha editado uno, diez, cien artículos plagiados. Quizás, porqué no, algunos puedan haber publicado bajo su propia firma y en las revistas que dirigen, trabajos birlados a terceros.
Es entonces cuando las grandilocuentes previsiones éticas, las instituciones legales, los eruditos comités editoriales, las rigurosas figuras del referato, los insoslayables números de ISSN, los reconocimientos internacionales, los galardones rimbombantes y las adscripciones a redes de toda extensión y naturaleza semejan los ilusorios paños que unos cuantos estafadores dicen haber tejido y que quienes tienen algo para callar y algo para perder, dicen haber apreciado en todo su esplendor:
"Todas las gentes lo vieron desnudo y, como sabían que el que no viera la tela era por no ser hijo de su padre, creyendo cada uno que, aunque él no la veía, los demás sí, por miedo a perder la honra, permanecieron callados y ninguno se atrevió a descubrir aquel secreto. Pero un negro, palafrenero del rey, que no tenía honra que perder, se acercó al rey y le dijo: 'Señor, a mí me da lo mismo que me tengáis por hijo de mi padre o de otro cualquiera, y por eso os digo que o yo soy ciego o vais desnudo'".
Hacia el final del día queda lo que queda del día: las vanidades de algunos emperadores académicos que se pasean entre halagos, alegremente y en pelotas.

***

Con estas reflexiones finalizamos la publicación del caso que investigamos durante más de tres años y que se materializó en cuarenta y nueve entregas a lo largo de los últimos casi nueve meses.
En el futuro, esperamos poder ofrecer nuevos artículos acerca de nuevos casos de plagio académico, seguramente menos extensos que el que nos ocupó hasta la fecha.
Hasta siempre.

lunes, septiembre 11, 2006

Plagios académicos y negligencias por docena

En nuestras últimas dos entregas hemos detallado la situación actual de algunos fraudes publicados por siete revistas académicas: tres que retiraron de sus servidores todos los plagios editados con mención a los motivos de la remoción, otras cuatro que efectuaron algunos retiros parciales -uno sí, otro no- y/o mediante procedimientos inadecuados. En el artículo de hoy reseñamos la situación de otros veinte fraudes cuyos editores irresponsables mantienen vigentes en las páginas de sus publicaciones pese a tomar conocimiento -y en muchos casos admitir correo mediante- que se trata de plagios.

1. Comenzamos por la revista Territorios de la Asociación Colombiana de Investigadores Urbano Regionales (ACIUR), institución que reconoce a Ricardo Ramírez Suárez como colaborador y en cuyo nombre el falso investigador ha repartido buena parte de sus plagios por el mundo.
Lo que tenemos para decir acerca de Territorios ya ha sido oportunamente dicho en "Plagio académico en territorios de lo (in)verosímil" y una serie de entregas posteriores. Territorios está perfectamente al tanto de la extensa carrera del plagiador y del carácter de sus plagios publicados, al punto de que -sin nombrarnos- ha dedicado un comunicado institucional al trabajo realizado por Plagio académico y a una tibia defensa de su "joven colega".
No obstante su grandilocuencia acerca de la ética, el respeto, la crítica y la responsabilidad, Territorios sostiene en sus páginas los plagios detallados en nuestras entregas de los pasados 19 de junio, 3 de julio y 10 de julio, como asimismo las otras dos reseñas mencionadas el 31 de julio y 21 de agosto.
Visto que Territorios, la ACIUR y la Universidad de Los Andes (Uniandes) se hallan abocadas al trámite jurídico de cesión de los derechos de propiedad de la revista a favor de un consorcio universitario, su director Luis Cuervo González y demás autoridades quizás consideren que no es el mejor momento para llamar la atención respecto de estos ejercicios de irresponsabilidad editorial. Como el avestruz, meten la cabeza bajo tierra con la expectativa de que no se vea lo que ellos simulan no ver y como el tero, pegan el grito en un lugar mientras ponen sus huevos en otro.
En definitiva y mientras Territorios y la ACIUR intercambian públicos autoelogios, las recensiones de Colombia-Venezuela: agenda común para el siglo XXI, Territorialidad indígena y ordenamiento en la Amazonia, Geografía Aplicada, Frontera, educación e integración. Apuntes para un diágnóstico y Acción y espacio: autonomías en la nueva República continúan disponibles en las páginas de la denominada Territorios Virtual mientras que los facsímiles de sus versiones impresas permanecen accesibles en las páginas de RedALyC que oportunamente hemos ido enlazando.
Cuando una institución anuncia a los cuatro vientos que "no ha alentado ni alentará este tipo de comportamientos", lo menos que se espera es que no insista ella misma en el plagio a menos que se considere que no es igual alentar a otros que incurrir uno mismo en conductas que no se alientan: haz lo que yo digo, no lo que yo hago.
Y una digresión a propósito de RedALyC que reproduce no menos de quince fraudes aquí denunciados y parece hacer oídos sordos a los pedidos de remoción de algunas publicaciones: su lema es "La ciencia que no se ve, no existe"; podría agregar: "Mucha de la que aquí se ve, tampoco".

2. En orden a la cantidad de fraudes publicados, GeoNotas exhibe un bien ganado segundo lugar. Hace más de dos años que hemos puesto en conocimiento de sus coordinadores el plagio "Geografía urbana: una enfoque desde sus cimientos espaciales" que luego denunciamos y publicamos el último 6 de marzo. El 13 de marzo detallamos el fraude "Alternatives of development of real-estate capital in two historic ditricts of Latin America" que fuera constatado y denunciado por Joseph Scarpaci, el propio autor plagiado, y el 27 de marzo nos referimos a "Policentrismo en red de la Metrópoli contemporánea: Aplicación de la policentralidad en Barcelona".
Tras dos años de nuestro primer aviso todos los plagios siguen disponibles en las páginas de GeoNotas. Sus responsables no se han dignado responder aunque nos consta que, inmediatamente después de nuestros envíos, se ha accedido a Plagio académico desde el servidor de correo de la Universidade Estadual de Maringá.
Hasta donde sabemos, tampoco Scarpaci ha tenido respuesta tras el correo que envió a GeoNotas el último 29 de junio con copia a Plagio académico:
"Estimado professor Ulises Guerra Villalobos: Hace varios años le mandé un correo sobre un trabajo mío que apareció en su revista online: GeoNotas. […] Le pregunté a Ud. en el año 2003 quién eran los supuestos autores y le pedí que tanto la revista como los autores Agel y Ramírez me pidieran disculpas por este acto de fraude. Hasta la fecha, no he recibido ninguna comunicación de Ud. ni de los autores. Le agradecería la gentileza que me contestara a la brevedad".
Si Guerra Villalobos no responde a Scarpaci que, además de ser un investigador reconocido, un académico respetado y el propio autor esquilmado, nos lleva un año de ventaja en el reclamo por la remoción de ese plagio, no albergamos esperanza alguna de que GeoNotas acuse recibo de nuestras publicaciones. Aunque, claro, la permanencia de los fraudes en sus páginas constituye indiscutida respuesta.

3. A diferencia de las anteriores, Revista Geográfica de Valparaíso ha acusado recibo -años más tarde- de nuestros avisos, hemos mantenido un breve intercambio a través de su director, Rodolfo Allesch Laude y hemos vuelto sobre el caso a propósito del eterno tema de la responsabilidad editorial.
La posición de Revista Geográfica de Valparaíso puede resumirse en dos frases de su director: el plagiador no será "considerado nuevamente en nuestra publicación, a futuro" y respecto de los plagios editados "no veo la forma de retirar lo que ya esta publicado y difundido". Al buen entendedor le bastan esas pocas palabras: la revista no removerá los fraudes de sus páginas.
En efecto, el resumen de "Análisis tipológico de redes urbanas" que denunciamos el último 27 de marzo y el del artículo "Hacia un análisis de la globalización y el desarrollo territorial" que detallamos el 14 de agosto, continúan disponibles en el servidor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

4. Un caso análogo es el del Air Bulletin o Boletín Aéreo del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH). Su actual presidente, Oscar Aguilar Bulgarelli, tuvo la amabilidad de comunicarnos:
"Estoy solicitando al señor MsC. Santiago Borrero, Secretario General del IPGH, una investigación de cómo llegó la información al Instituto para ser publicada, y los tamices que necesariamente debió pasar, para merecer un espacio en una publicación oficial del Instituto".
Un mes más tarde el propio Borrero, con copia a Aguilar, nos informaba los resultados de esa investigación: la publicación del plagio "constituyó un acto de buena fe por parte de quien lo editó" y esa persona "ya no labora con el Instituto, no ha sido posible recabar su criterio".
Parecía claro, entonces, que el IPGH no iba a retirar de sus páginas la nota "Migraciones y sus efectos socioeconómicos de la población en Latinoamérica" que aquí denunciamos el último 10 de abril ni tampoco la reseña del número 135 del Boletín de la Sociedad Geográfica de Colombia a la que dedicamos nuestra entrega del 22 de mayo.
Visto que el IPGH es un organismo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sostenido por veintiún países, el caso resulta doblemente preocupante: por la persistencia de los plagios en su Boletín Aéreo y por la curiosa inversión del concepto de continuidad jurídica: si un eventual cambio de gestión editorial implicara borrón, cuenta nueva y prescindencia respecto de acciones institucionales ejecutadas por la gestión anterior, cada Empresa licuaría sus compromisos al designar cada nuevo directorio y cada Estado renacería de la nada al asumir cada nuevo gobierno.

5. Por el contrario, nunca hemos tenido acuse de recibo por parte de la revista Investigaciones Geográficas de la Universidad de Alicante (UA). No obstante tuvimos contacto con Ana Cuerdo Alonso de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, institución perteneciente a la misma UA que exhibe las reseñas plagiadas por Investigaciones Geográficas. A propósito del rechazo de nuestra propuesta de enlace a la ficha del falso autor, Cuerdo nos respondía:
"Hemos puesto en conocimiento de los responsables de la revista su recomendación de enlace donde se informa del plagio. Como comprenderán, sin una investigación del asunto, que deben llevarla a cabo dichos responsables, no podemos recomendar el enlace por la gravedad de las acusaciones que en él se vierten".
En aquel momento no nos referíamos a los plagios de Investigaciones Geográficas sino a nuestro enlace a la ficha del plagiador pero comprendimos que el tema ameritaba ser investigado tal como prometía la UA. Desde entonces han pasado cerca de seis meses.
El último 24 de abril demostramos que la reseña de Metrópolis en movimiento. Una comparación internacional es un plagio y el 29 de mayo denunciamos que también la recensión de Lecturas en Geografía II. Traducciones.
Al día siguiente de esta última entrega, Jhon W. Montoya, editor y traductor del trabajo reseñado, demuestra que ni siquiera se trata de un libro y agrega:
"Así, la revista comete una falta grave al no verificar la existencia de la publicación (por ejemplo a través del ISBN) y da crédito inmediato a una persona que sólo es reconocida por los reiterados plagios que ha cometido […] Sería importante, además, que la revista asuma su error y retire la reseña de cualquier sitio web, denunciando además el hecho, pues los perjuicios para las otras personas involucradas, pueden ser importantes".
Investigaciones Geográficas no ha retirado sus plagios, uno de los cuales también está albergado por RedALyC. Quizás sus responsables estén demorados en la pesquisa exhaustiva de recensiones de un par de páginas cuya investigación detallada ya hemos publicado y ampliado con el testimonio de un editor y traductor plagiado. Quizás precisen de otros seis largos meses o quizás la cuestión, simplemente, no les importe.

6. También continúa vigente y disponible el artículo "El ordenamiento territorial municipal: una aproximación desde Colombia" publicado por la Revista de Investigación (IIGeo) de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos cuyo carácter de plagio demostramos el último 3 de abril.
Al día siguiente su director, Daniel Lovera Dávila, nos escribió solicitando el "envío oficial de documentos del plagio […] para hacer los correctivos del caso si se comprueba el plagio sin las respectivas citaciones bibliográficas de derecho de autor correspondiente".
Lovera y demás autoridades de la revista y del IIGeo han de estar demasiado ocupados como para ejercer por sí mismos su responsabilidad editorial. Como pusimos a su disposición nuestro trabajo pero no hicimos ningún "envío oficial de documentos", parecen no haberse dignado a leer nuestras escasas dos páginas que documentan el fraude y han de estar esperando no sabemos qué porque en casi seis meses no han operado correctivo alguno. En rigor, es probable que no esperen nada y tampoco estén interesados en el tema.

7. El caso del Bulletin de l'Institut Français d'Études Andines (IFEA) forma parte de una categoría ya descripta. A través de su editora Anne-Marie Brougère, IFEA nos da una respuesta amable y cordial, agradece la información brindada, lamenta el abuso de confianza sufrido y, a futuro, promete no dar espacio al plagiador. Es decir que no planea ejecutar ninguna acción respecto de la vigencia del plagio.
Como resultado esperable de esta política editorial, la recensión de Metrópolis en movimiento. Una comparación internacional que el 24 de abril denunciamos aquí como plagio, continúa disponible en el sitio de RedALyC, único espacio de la red que parece albergarla. Entendemos que allí permanecerá por tiempo indeterminado.

8. En cambio Relaciones. Estudios de historia y sociedad, órgano de El Colegio de Michoacán, pertenece a la clase de quienes optan por no acusar recibo. Su plagiada reseña titulada "Movimientos sociales en Colombia" que hemos detallado en nuestra entrega del último 17 de abril también permanece disponible en páginas de RedALyC donde desde hace cuatro años espera en vano un gesto responsable por parte de quienes llevan al menos cinco meses en conocimiento de su carácter fraudulento.

9. Exactamente la misma es la situación de la Revista Región y Sociedad, publicación de El Colegio de Sonora. El pasado 15 de mayo pusimos en conocimiento de sus responsables el plagio consumado en su recensión "Renato Ortiz (1998). Otro territorio" que, no obstante, también continúa albergada, accesible, disponible y ansiosa por ser removida en el prolífico sitio de RedALyC.

10. Tampoco se dio por enterada la Revista Electrónica de Motivación y Emoción (R.E.M.E.) apadrinada por la Universitat Jaume I. Su "Recensión de 'La Resistencia', Ernesto Sábato (2000), Seix Barrel [sic] Editores" constituye un escandaloso plagio que hemos denunciado en nuestro artículo del último 5 de junio y a la fecha permanece on line en las páginas de R.E.M.E. para ser consultada como si no se tratara de un vergonzoso collage de textos robados.

11. Por último, otro caso de ausencia de toda respuesta: el de la revista Crítica Política de la Escuela Ideológica de Filosofía, Historia y Economía Política que dirige Ulises Casas. El extenso fragmento del plagio "Partituras para una democracia en la globalización" que estaba disponible en ocasión de nuestra publicación del 6 de febrero continúa accesible tanto en esa localización cuanto en otra vinculada a la distribución electrónica de la publicación.

12. A estas once publicaciones que no han hecho nada respecto de los plagios que exhiben y difunden excepto sostenerlos, se suman otras siete que han publicado textos suscriptos por Ramírez Suárez pero su no disponibilidad en la web nos ha impedido analizarlos. Hace unas semanas las hemos mencionado y especificado uno a uno cada caso, incluidas nuestras hipótesis respecto de varios textos que han de ser duplicaciones de plagios ya denunciados.
Sólo queremos volver aquí sobre uno de esos casos -el resto no acusó recibo-, el de nuestro intercambio con las editoras de Investigaciones Geográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Tras su solicitud de explicaciones y correcciones sin haber leído nuestro artículo -ni atentamente nuestro breve correo- y tras nuestras nuevas explicaciones y ratificaciones, el 23 de agosto la editora Martha Pavón nos remitió dos últimos envíos: uno firmado por ella misma y otro por el comité editorial.
Más allá de ciertos enredos típicos de comedia y de la evidencia de que siguen sin leernos, ambos correos dicen lo mismo: nos agradecen, se lamentan y se disculpan. Ni una sola palabra acerca de si el obituario en cuestión es o no plagiado -¿el lamento y la disculpa permiten suponer que sí?- y mucho menos acerca de llevar adelante alguna acción editorial al respecto.
Consideramos entonces que no resulta injustificado completar la docena de revistas hoy reseñada con Investigaciones Geográficas de la UNAM.

Tras ocho meses de trabajo y cuarenta y ocho entregas no nos queda casi nada por decir respecto de este complejo y ramificado caso de plagio académico: incluso hemos dicho unas cuantas cosas dos, tres… y más veces.
Quisiéramos, sí, ensayar una última reflexión, una suerte de cierre provisorio o de balance político, no de nuestra tarea sino del curioso universo académico que ha sido objeto y tema -y problema- de esta poco ortodoxa investigación.
Pero eso será recién en nuestra próxima entrega.
Hasta entonces.

lunes, septiembre 04, 2006

Otras cuatro revistas académicas retiraron fraudes

La semana pasada revisamos la situación de siete fraudes suscriptos por Ricardo Ramírez Suárez y publicados por tres revistas venezolanas, las únicas tres publicaciones que han retirado todos los plagios que exhibían en internet con específica mención a su carácter fraudulento. Entonces también señalamos que estas tres revistas formaban parte de la minoría de siete que habían realizado alguna acción al respecto. En la entrega de hoy nos dedicamos a reseñar la situación de otros siete fraudes publicados en las cuatro revistas que completan ese grupo.

Ya hemos mencionado que la revista Nómadas ha sido la primera publicación que removió un plagio a partir de nuestra constatación y consiguiente aviso. El 10 de agosto de 2004 reemplazó el fraude titulado "Una visión democrática de la globalización" por una "Nota explicativa" que oportunamente hemos comentado y también transcripto como ejemplo de resolución editorial: con la firma de Román Reyes, su director, Nómadas asume el carácter literal del plagio, menciona autor y publicación original, pide disculpas a ellos y a sus lectores y "anima a denunciar y perseguir fraudes de esta naturaleza".
Lamentablemente no ha ocurrido lo mismo con otro plagio que detallamos hace seis meses: "Policentrismo de poder: Autoconciencia y globalización", un fraude tan evidente y escandaloso como el anterior, continúa disponible en el sitio de la revista. Visto el criterio y la celeridad con que Nómadas removió el primero, no sabemos por qué sostiene aún el segundo. Tampoco sabemos si obtuvo respuesta alguna Graciela Castro, directora de la publicación plagiada, quien hace seis meses nos comunicaba: "acabo de enviar también una nota al director de la revista Nómadas".
Por otra parte, ambos plagios publicados en Nómadas continúan disponibles en RedALyC, tanto el sostenido hasta la fecha cuanto el removido hace dos años.
Respecto de este último, el pasado 6 de febrero reflexionábamos: "No sabemos cómo funcionan los sistemas de indización y publicación de redes y hemerotecas on-line pero si la revista que lo editó lo retiró con públicas y explícitas disculpas hace año y medio, creemos que alguien debería quitarlo de los sitios que reproducen la edición original". Siete meses más tarde la situación no ha cambiado. Tal como señalamos la semana pasada a propósito de otra revista, es responsabilidad editorial de las publicaciones exigir y garantizar que redes y bibliotecas retiren sus fraudes oportunamente editados y luego removidos y/o retractados.

Entre 2001 y 2003, la revista Sincronía publicó tres fraudes por nosotros identificados y analizados. El primero de ellos, "Políticas públicas de ordenamiento territorial: una mirada de análisis para las consecuencias del conflicto armado" fue literalmente borrado del sitio de la publicación tras cinco años de vigencia y casi dos de idas y venidas de su director, Stephen Gilbert, quien en 2004 nos afirmara: "Gracias por la noticia. Removimos el artículo mencionado" y en 2006 nos dijera: "Ahora sí, la evidencia que presentan ustedes es convincente". En nuestra respuesta a aquel último correo argumentamos -una de tantas veces- por qué un fraude de esta naturaleza no debería ser borrado sin mención a las razones. Es evidente que no hemos convencido a Sincronía de la inconveniencia de barrer los plagios bajo la alfombra ya que el artículo ha desaparecido en completo silencio e incluso ha desaparecido su referencia en el sumario del número. El conocido "error 404: not found" que devuelve la pantalla del navegador bien podría significar un error de sintaxis en la URL, un problema técnico del servidor o una infructuosa búsqueda de lo que nunca existió.
Así como no hemos persuadido a Sincronía respecto de la improcedencia de este modo de remoción, mucho menos de la necesidad de remoción misma, ya que la revista continúa sosteniendo en sus páginas los artículos "Policentrismo de poder: Autoconciencia y globalización" y "Aplicación de la policentralidad: Policentrismo en red de Barcelona" a los cuales nos referimos los últimos 20 de marzo y 27 de marzo respectivamente.
En relación al primero, Castro, la directora plagiada, por entonces nos decía: "Ya envie un mensaje al director de Sincronía solicitando sacar el artículo aunque hayan pasado algunos años y explicar las razones por las cuales pedimos que se saque. Aguardaré la respuesta del editor y se las comentaré". No sabemos si Sincronía respondió al correo de Castro ni en qué términos pero, tras casi seis meses, la permanencia del plagio en sus páginas constituye una respuesta contundente.

La revista Theomai albergaba en sus páginas el plagio "Hacia un urbanismo sustentable" que el pasado 30 de enero fue el primero que detallamos en este sitio. Por entonces decidimos comenzar por Theomai ya que su director, Guido Galafassi, nos había escrito afirmando: "tomamos perfectamente nota de este lamentable hecho y pasamos […] a retirar el artículo plagiado después" mientras el mismo continuaba vigente en el sitio de la revista. Días más tarde y con el plagio ya efectivamente removido, publicamos su explicación y disculpas y discutimos -una de tantas veces- el criterio aplicado a la remoción: "Es decir que, al no haber aclaraciones de Theomai en lugar del artículo retirado, se presume un inconveniente técnico del acceso y no una decisión editorial de quitarlo". Es claro que nuestros argumentos no resultan convincentes.
Theomai borró el archivo que exhibía el plagio sin advertencia alguna y también borró su título y su enlace del correspondiente sumario del número. No obstante, ha dejado su resumen en inglés, "Toward a Sustainable Urbanism", en la página que reúne los abstracts de los artículos. Seguramente en algún momento noten esa desatención y modifiquen ese listado pero no hace falta repetir que no compartimos el criterio.
Por último, Galafassi nos decía: "También le hemos ya comunicado a la gente de RedALyC que por favor retiren ese texto de la Revista Theomai num 5. Esperamos que tomen nota cuanto antes de nuestro pedido". Han transcurrido largos siete meses y RedALyC continúa exhibiendo el plagio en nombre de Theomai y con los correspondientes créditos.

Por último, recientemente, la revista Biblio 3W ha retirado de su sitio la reseña "Boletín de la Sociedad Geográfica de Colombia" cuyo carácter fraudulento demostramos en la entrega del pasado 22 de mayo. A diferencia de Reyes, Gilbert y Galafassi que han tenido la amabilidad de agradecer nuestros mensajes, Horacio Capel Sáez y Joan Eugeni Sánchez, directores de la revista, no han considerado procedente siquiera darnos aviso de la remoción.
La política editorial implementada por Biblio 3W consiste en el borramiento completo: donde estaba la reseña hay una advertencia de "document no trobat (error 404)" por parte de la Universidad de Barcelona, donde aparecía el enlace al plagio hay un curioso salto inexplicado del artículo número 484 al 486 y donde figuraba el nombre de Ramírez Suárez no hay absolutamente nada. Hay que señalar que, al menos, la supresión es eficaz porque no ha dejado rastro alguno en todo el servidor de la UB ni en ningún otro.

Entonces, una primera etapa de este balance: tres publicaciones que han retirado todos sus plagios con comentario explícito de los motivos; otra -Nómadas- que hizo lo propio con uno aunque sostiene otro; otras dos -Theomai y Biblio 3W- que han eliminado sendos plagios sin mención a su carácter y una más -Sincronía- que borró en silencio uno de los fraudes pero mantiene otros dos.
El resto de las publicaciones comprometidas con la edición, difusión y extensión del plagio académico no ha hecho absolutamente nada excepto, algunas, lamentar que estas cosas ocurran, defender el ejercicio de su buena fe o prometer que a futuro -el futuro ya llegó y el plagio está ahí- no volverán a publicar determinada firma individual.
Hasta el lunes.

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