lunes, febrero 27, 2006

La identidad es una construcción que se delata

Hace un par de semanas, en el artículo "Plagio al sociólogo internacional Manuel Castells", hemos denunciado la publicación de un plagio firmado por Ricardo Ramírez Suárez por parte de la revista Aldea Mundo de la Universidad de los Andes (ULA) de Venezuela.
Ya hemos visto en anteriores entradas que los plagios de Ricardo Ramírez Suárez no se han detenido ante los límites de la geografía y han abarcado temas de economía, sociología y ciencia política. Esta vez se anima a una excursión por los caminos de una suerte de filosofía del ser con un artículo que titula "Hacia un análisis conceptual de la Identidad Fronteriza" y que Aldea Mundo publica en su número 9. También se halla disponible en la Biblioteca Digital Andina, sitio al cual remite el anterior enlace por razones de edición del presente artículo.
La fecha de publicación es difícil de establecer: en el propio sitio de Aldea Mundo se fecha su número 9 en mayo/ octubre de 2000 pero al acceder a su sumario se indica como publicado en mayo/ octubre de 1999. A esta pequeña desprolijidad se suma un dato sumamente curioso: al pie del artículo, en la página 53 de la revista, se señala: "Fecha de recepción: diciembre 2001. Fecha de aprobación definitiva: febrero 2002".
Parte de la introducción al artículo y los subtítulos numerados del 1 al 4 constituyen el plagio casi completo del trabajo "La visibilidad de lo privado: nuevos territorios de la intimidad" de Leonor Arfuch, publicado en 2001 en la revista Mundo Urbano de la Universidad Nacional de Quilmes, Argentina y antes presentado en el seminario “El Nuevo Milenio y lo Urbano” realizado en Buenos Aires hacia fines de 1998. Hasta hace un tiempo Mundo Urbano se hallaba albergada en Argirópolis y aún puede consultarse esa versión gráfica anterior en la memoria de la página almacenada por Google.
En el plagio publicado por Aldea Mundo, la transcripción del artículo de Arfuch, incluidas sus seis notas, es literal. La relativa excepción la constituyen las modificaciones a un par de subtítulos y la síntesis torpe de algún párrafo que, al recortarse, incurre en una sintaxis ininteligible:
Y esa ampliación del horizonte, esa apertura a la otredad -etnias, razas, culturas, identidades, geografías-, va acompañada -sin que esto suponga ninguna relación necesaria-, de una creciente intrusión en el terreno de la intimidad. Una intrusión que no involucra solamente las vidas de políticos o de "ricos y famosos" sino tambien las prácticas de la vida cotidiana, los habitos, consumos, maneras de decir y de ver. (Arfuch)

Y esa ampliación del horizonte, esa apertura a la otredad -etnias, cosas de "ricos y famosos" sino tambien las prácticas de la vida cotidiana, los hábitos, consumos, maneras de decir y de ver. (Ramírez Suárez)
El trabajo de Arfuch se divide en cuatro parágrafos, el último de los cuales subtitula "Epílogo". El plagio de Ramírez Suárez consta de siete: tras una introducción, copia los cuatro del artículo de Arfuch y retitula el último como "A modo de epílogo" por más que se continúe con dos más. De todos modos y salvo ese detalle, la copia es textual:
5. Epílogo
Esta subjetividad desatada de lo íntimo/privado en lo público, podría quizá leerse, en cuanto a lo político, como el cumplimiento fiel de ciertas profecías desesperanzadas de la segunda mitad del siglo: una pérdida del ideal político y de la acción humana en aras de una sociedad de conformismo y banalidad, aferrada a las pequeñas cosas y procupada por la conducta, donde la lógica doméstica se ha transformado en razón de estado, como lo veía Hannah Arendt en los ‘50. (Arfuch)

4. A modo de Epílogo
Esta subjetividad desatada de lo íntimo/privado en lo público, podría quizá leerse, en cuanto a lo político, como el cumplimiento fiel de ciertas profecías desesperanzadas de la segunda mitad del siglo: una pérdida del ideal político y de la acción humana en aras de una sociedad de conformismo y banalidad, aferrada a las pequeñas cosas y procupada por la conducta, donde la lógica doméstica se ha transformado en razón de estado, como lo veía Hannah Arendt en los ‘50. (Ramírez Suárez)
No sabemos de dónde se ha plagiado el resto del artículo ni qué tipo de refrito se ha hecho -ya hemos dicho que no creemos en la posibilidad de escritura original por parte de Ramírez Suárez- pero es de una inconsistencia atroz: no resiste lectura, ya no una lectura arbitral en vistas de su publicación académica sino una lectura comprensiva de aquello que pretendería decir. Una incoherencia absoluta plagada, además, de errores de ortografía y sintaxis tales como: "los intentos [...] lo ha hecho sufrir", "al urgar en los hechos del pasado" o "búsqueda donde prevalece las formas".
La primera paradoja es que, pese a su título y a las palabras clave de su resumen, el artículo no habla de fronteras. Cuando su "Introducción" menciona "la construcción de un marco de análisis colombo-venezolano" y sus "Conclusiones" nombran al "ser humano de regiones transfronteriza [sic] (Colombia- Venezuela...", el lector espera al menos un párrafo acerca de esa región que vertebran más de dos mil kilómetros de límite binacional, pero no encuentra una sola palabra.
En la introducción del plagio pueden leerse, entre afirmaciones de manual y definiciones desarticuladas, pasajes tales como:
"En este mismo sentido, sobre la base del discurso de la identidad se moldea el de la cultura (identidad cultural). Entendemos por discurso, una construcción social estructurada que se sustenta en la palabra y que comunica algo ideologizado. Sin duda, se trata de un terreno fértil para el egocentrismo, como bien se puede desprender de esta afirmación del sociólogo Renato Ortiz:..."
De más está decir que la subsiguiente cita a Renato Ortiz no menciona la identidad, la cultura, el discurso ni el egocentrismo y tampoco resulta posible "desprender" de ella semejante lectura. Pero la perla de esta introducción es la que se indica como cita literal del artículo "Otros lugares para la cultura de las relaciones Colombia- Venezuela" atribuido a "Rey, Bismal y Barbero". Señalemos de paso que es incorrecto omitir el primer apellido de un autor y referirlo mediante el segundo.
No hemos leído ese trabajo de Marcelino Bisbal, Jesús Martín Barbero y Germán Rey pero sí otro del mismo trío autoral, "La Vecinidad simbólica. Cultura y comunicación en las relaciones colombo-venezolanas", en el cual aparece un párrafo casi idéntico al que cita Ramírez Suárez y que vale la pena reproducir en extenso:
Auto y heteropercepciones, imágenes, recuerdos, pertenencia son todas entonces, formas de la identidad. El reconocimiento de los demás como parte de una comunidad así como la existencia de sistemas de relaciones y representaciones colectivas para los que son importantes el nosotros y los otros generalizados conforman las identidades sobre la densa experiencia de la historia. "La identidad es una construcción que se relata", ha escrito Néstor García Canclini. "Se establecen acontecimientos fundadores, casi siempre referidos a la apropiación de un territorio por un pueblo o a la independencia lograda enfrentando a los extraños. Se van sumando las hazañas en las que los habitantes defienden ese territorio, ordenan sus conflictos y fijan los modos legítimos de vivir en él para diferenciarse de los otros. [...]" (1995:107). (Bisbal, Martín Barbero y Rey)

"Auto y hetero percepciones, imágenes, recuerdos. Son todas entonces, formas de la identidad. El reconocimiento de los demás como parte de una comunidad, así como la existencia de sistemas de relaciones y representaciones colectivas, siendo así la identidad una construcción que se delata, se establecen acontecimientos fundadores, casi siempre referidos a la apropiación de un territorio por un pueblo a la independencia lograda enfrentando a los extraños. Se van sumando las hazañas que los habitan y defienden ese territorio, ordenan sus conflictos y fijan los modos legítimos de vivir en él para diferenciarse de los otros" (Rey, Bismal y Barbero, 1999: 474). (Ramírez Suárez)
Ya es muy difícil de creer que en un trabajo los autores citen a Néstor García Canclini -Consumidores y ciudadanos- y en otro llanamente lo plagien pero resulta en absoluto inverosímil que cometan tamaña aberración en la transcripción de una frase bastante conocida en el campo de las ciencias sociales: "La identidad es una construcción que se relata".
Lo único que aquí se delata es el collage de frases mal copiadas que dan lugar al plagio suscripto por Ramírez Suárez y que alcanzan su pleno sinsentido cuando de "las hazañas que los habitan" se predican una serie de acciones sociales y políticas.
Fieles a esta suerte de incoherencia radical del artículo, así inician sus "Conclusiones":
Ha prevalecido, en muchos sitios de América Latina, el conjunto de estereotipos que identifican al ser humano de regiones transfronteriza (Colombia- Venezuela, México- Guatemala), de acuerdo a una presencia o de la relacionalidad diferencial constituye el fundamento de la gramatología. Esta ciencia del "gram" permite plasmar la "diferAnce" y recuperar la escritura como instancia redefinida, a pesar del logocentrismo que prioriza el habla (de Saussure) como constatación del pensamiento en el contexto de la Metafísica de la presencia, sustento de la cosmovisión predominante en el mundo occidental.
Y a poco de avanzar con otras premisas generalistas sin relación alguna con los temas -ni abordar el análisis- propuestos por el título, sobre el cierre pasa a prescribir un aparente programa de acción poético- política:
Hay que desacralizar los conceptos instituidos por el logocentrismo, asumiendo una actitud iconoclasta, descentralizando los modelos creados como formas de dominación, develando la retórica racionalista, creando nuevas aporías, reestableciendo los umbrales del lenguaje como sistema, revalidando la metáfora y el laberinto; o mejor dicho, destruyendo para luego construir. Esta sería una manera de humanizar, en forma óptima, el pensamiento occidental...
Quizás para construir haya que empezar por destruir -en el plano simbólico, claro- algunos escollos a la dignidad de lo que nuestra cultura denomina "investigación social", "producción académica" y "trabajo intelectual". Por ejemplo, estos escandalosos plagios que -aún si no lo fuesen- apenas rozarían la aprobación en una asignatura de nivel medio y sin embargo son publicados y difundidos por órganos oficiales del saber universitario.
Es que como diría García Canclini -¿o Martín Barbero?, ¿o Ramírez Suárez?- la identidad es una construcción que no sólo se relata sino que también se delata.
Hasta el lunes.

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