lunes, mayo 08, 2006

Crimen y castigo vs. responsabilidad editorial

El artículo de hoy no detalla nuevos plagios de nuestro reconocido plagiador sino que da cuenta de un problema que observamos repetirse en las respuestas enviadas por directores, coordinadores y editores de publicaciones. Creemos que el término clave es "responsabilidad" aunque también podría ser "qué hacer" e incluso "quehacer".
En relación a nuestras respectivas entregas "Metrópolis en movimiento: un plagio internacional" y "Migraciones de una reseña y sus efectos de plagio", nos escriben desde Perú, Anne-Marie Brougère, responsable de edición del Institut Français d'Études Andines (IFEA) y desde Venezuela, Rosalba Linares, coordinadora- editora de la revista Geoenseñanza de la Universidad de Los Andes (ULA).
De: Anne-Marie Brougère
Para: Plagio académico
Fecha: 04-may-2006 11:11
Asunto: Plagiado

Señor,
El Instituto Frances de Estudios Andinos ha tomado conocimiento de la informacion acerca del plagio del Sr. Ricardo Ramirez Suarez. Estamos por supuesto consternados al saber que este señor abuso de nuestra confianza, tal como lo hizo con mucha otra gente. Es evidente que, de ahora en adelante, no recibiremos ningun otro texto por parte de este señor.
Muchas gracias por habernos informado al respeto.
Cordiales saludos,
Anne-Marie BROUGÈRE
Ediciones IFEA
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De: Geoenseñanza
Para: Plagio académico
Cc: Ricardo Ramírez
Fecha: 05-may-2006 11:18
Asunto: Reseña de Ricardo Ramirez

Estimados
Deliverio Gillette y Alejandra Zamosc,
Reciban un cordial saludo desde la Coordinación de la Revista GEOENSEÑANZA. En repuesta a su E-mail de fecha 11 de abril de 2006 deseamos manifestar nuestro agradecimiento por la labor por ustedes desempeñada. Asimismo, informar que una vez evaluada la gravedad de la situación por ustedes planteada la Coordinación de la Revista en conjunto con los demás miembros del comité editorial, arbitraje, corrección y estilo, lamentamos y repudiamos ante la comunidad académica hechos de esta naturaleza.
La REVISTA GEOENSEÑANZA, es una publicación académica venezolana seria e indexada a nivel nacional e internacional. Tal y como se expresa en sus normas tiene por regla revisar, arbitrar y evaluar los artículos y reseñas bibliográficas enviadas por nuestros autores. No obstante, las opiniones son de expresa responsabilidad de los autores y esta revista ha confiado en la buena fe de los mismos. Pero dada la gravedad de lo planteado en su página Web, la coordinación en conjunto con sus comités, ha decidido una vez evaluado la situación planteada:
1. La revista se reserva el derecho a publicar en lo sucesivo al autor que incurrió en el hecho
2. Hacer de su conocimiento sobre tal decisión y enviar vía E-mail, con copia al autor sobre la decisión tomada.
Agradeciendo de antemano su receptividad y comprensión para con la Revista GEOENSEÑANZA quedamos de usted,
Atentamente,
Dra. Rosalba Linares
Coordinadora-Editora Revista GEOENSEÑANZA
Queremos agradecer públicamente estas amables respuestas y volver, una vez más, sobre el preocupante aspecto que ambas comparten: en nombre de las publicaciones, Brougère sostiene que "de ahora en adelante, no recibiremos ningun otro texto por parte de este señor" y Linares comunica que "la revista se reserva el derecho a publicar en lo sucesivo al autor".
Lo preocupante, por supuesto, no es que se tome la decisión editorial de no publicar -queremos entender que "se reserva el derecho" es un eufemismo- en el futuro nuevos artículos suscriptos por un reconocido y sistemático plagiador: el crimen es claro, el castigo es justo y son conocidas las ventajas del cortar por lo sano y del prevenir sobre el curar.
Lo preocupante es la aparente prescindencia de las publicaciones respecto de los fraudes constatados que, en rigor, no son pasados sino presentes y futuros toda vez que continúan on-line sin mención alguna a su carácter, forman parte de colecciones disponibles en bibliotecas y por lo tanto podrán ser consultados y eventualmente referidos como trabajos académicos serios y originales.
Hace unas cuántas semanas ya abordamos el tema específico en "Cartas de dos directores responsables de plagio académico" a propósito de un envío de Rodolfo Allesch Laude, director de la Revista Geográfica de Valparaíso, Chile, cuya política concide punto a punto con la del IFEA y Geoenseñanza: el plagiador "no sería considerado nuevamente en nuestra publicación, a futuro". Unos días después Allesch nos remitió otro mail en el que aludía a la confianza en los autores como único -y ciego- principio rector y agregaba: "no veo la forma de retirar lo que ya esta publicado y difundido".
Más allá de la buena fe, la voluntad y el desconocimiento de los medios y remedios, la responsabilidad editorial queda atada de pies y manos por la consternación y el lamento resignado ante el hecho consumado.
Estas tres y otras publicaciones -entre ellas una mayoría que nunca ha respondido ni retirado sus plagios de la red- forman parte del sistema de medios responsables de la difusión e intercambio de la producción académica en ciencias sociales. Esa reconocida pertenencia que seguramente enorgullece a sus directores, coordinadores y editores genera, ante todo, responsabilidades. Responsabilidades que no pueden delegarse en los autores publicados ni basarse exclusivamente en la buena fe y la confianza, mucho menos cuando el "autor" es un perfecto desconocido que no exhibe un solo trabajo de producción original ni un solo antecedente en docencia, investigación o desempeño profesional.
Nosotros no fuimos ni somos responsables de revistas académicas y tampoco somos expertos en formas y métodos de resolución de los problemas que derivan de esa responsabilidad. Tenemos, eso sí, una respetable dosis de sentido común y tendencia a averiguar lo que desconocemos, sobre todo cuando hace a nuestras actividades profesionales y responsabilidades cotidianas. Así, investigando, descubrimos decenas de sitios de internet que tematizan la cuestión en diferentes idiomas y niveles de profundidad. Quienes no sepan qué hacer con los plagios que han publicado pueden, por ejemplo, hacer una visita a Bibliometría, un sitio especializado que coordina Álvaro Roldán López y provee numerosos enlaces relacionados al tema. En particular pueden leer "La gestión documental del fraude científico" que aborda la cuestión específica que hoy nos ocupa.
Tal como señalamos en el editorial que inauguró este sitio, el azar nos puso hace más de dos años frente a uno de tantos plagios de Ricardo Ramírez Suárez. Curiosos y sorprendidos, quisimos saber de quién se trataba, tomamos el camino indicado por el hilo y nos adentramos en este extenso laberinto.
Pero Plagio académico no trata sobre un delincuente ignoto y aislado que vino a alterar la paz de una sana y responsable comunidad. El caso complejo que agrupa y ordena la serie de artículos que aquí publicamos debería ser leído como síntoma de una virtual inmunodeficiencia del organismo y no como irrupción de un agente extraño que produjo afecciones donde había plena salud.
En otras palabras, Plagio académico trata sobre la responsabilidad de la comunidad de las ciencias sociales y el estado de sus medios de producción, publicación y circulación. Lamentablemente observamos que la patología es severa y el pronóstico, reservado.
Hasta el lunes.

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