martes, marzo 14, 2006

Matar al cartero

Nos escribe Delfina Trinca Fighera, editora responsable de la Revista Geográfica Venezolana de la Universidad de Los Andes (ULA) de Venezuela que desde 2002 exhibe en su número 43(2) "Alternativas de desarrollo del capital inmobiliario en dos distritos históricos de Sudamérica", un plagio a Joseph L. Scarpaci Jr. suscripto por Ricardo Ramírez Suárez que denunciáramos en nuestra entrega del último lunes:

De: Delfina Trinca
Enviado por: ula.ve
Para: Plagio académico
Cc: Revista Geográfica Venezolana
Fecha: 14-oct-2005 11:53
Asunto: Revista Geográfica Venezolana (Re: Plagio al geógrafo Joseph L. Scarpaci)

Estimados señores, he leído con detenimiento lo que ustedes sostienen en la dirección http://plagioacademico.blogspot.com. Al respecto quisiera señalar lo siguiente:
1) Me parece que de ser cierto lo que afirman, la vía correcta para formular la denuncia es dirigirse, formalmente, a los editores de la Revista Geográfica Venezolana (nuestra dirección de correo postal, así como la electrónica aparecen tanto en la versión en papel como la electrónica) denunciando que un artículo, firmado por ..., y que aparece en el número tal, volumen cual, del año X, es plagiado, emitiendo en varias oportunidades juicios de valor con respecto al site www.saber.ula.ve, y en consecuencia de la Revista Geográfica Venezolana, y no pretender comunicarase con nosotros después de hacer pública la denuncia del supuesto plagio. En este sentido, lo que ustedes dicen habla por si solo: "Respecto de la Revista Geográfica Venezolana, informaremos (subrayado nuestro) a sus responsables aunque tratándose de una publicación de la ULA tememos nuevos silencios de radio y/o nuevos rebotes de robot".
2) Con relación a lo señalado por ustedes en la dirección ya mencionada, los editores de la Revista Geográfica Venezolana procederemos a abrir una investigción, y de sus resultados dependerá la decisión que tomemos con respecto al artículo por ustedes denunciado.
3) Por último, es importante hacer de su conocimiento que la Revista Geográfica Venezolana se rige por las normas ISO internacionales -y nacionales- para publicaciones periódicas, de lo cual dan fe tanto índices nacionales como internacionales.
Atentamente
Delfina Trinca Fighera
Editora Responsable
Revista Geográfica Venezolana
Universidad de Los Andes
Mérida - Venezuela

Trinca parece más preocupada por la formulación pública de la denuncia que por el plagio publicado por la revista que edita, lo cual constituye una sutil variación del tema de dar muerte al cartero que trae malas noticias.
1) En primer lugar, nos parece que una lectura detenida de nuestro sitio no debería albergar dudas respecto de si "es cierto" lo afirmado ni concluir que se denuncian "supuestos" plagios. Hemos sido especialmente cuidadosos en no basarnos en supuestos ni efectuar denuncias no constatables y siempre hemos incluido numerosos enlaces a información pública para que cada cual pueda comprobar por sí mismo los hechos referidos.
2) Si bien la redacción de Trinca es al menos confusa, entendemos que nos acusa de haber emitido juicios de valor acerca del sitio de la ULA "y en consecuencia de la Revista Geográfica Venezolana".
En agosto de 2004 comunicamos a la ULA que Ramírez Suárez era un plagiador sistemático. Volvimos a informar vía mail en enero de 2006 en oportunidad de inaugurar este sitio y una semana más tarde cuando publicamos el prontuario del falso autor y una lista de revistas que incluye tres de la ULA, entre ellas Revista Geográfica Venezolana. Insistimos durante febrero de 2006 en las dos oportunidades en que detalláramos sendos plagios de Aldea Mundo en sus números 9 y 10. El único acuse de recibo anterior al de la fecha fue el rechazo de un robot informático bajo el argumento de que "no se ha dado ninguna razón".
Es verdad: emitimos diversos juicios de valor basados en hechos concretos que hemos dado a conocer junto con los respectivos juicios y, por si fuera necesario, ratificamos que todos los plagios continúan disponibles en el sitio de la ULA.
3) Trinca parece desconocer u olvidar que la denuncia pública de un hecho público -un fraude para más datos- es parte del derecho a la información y que informar puntual, personal y formalmente a las partes involucradas es una cortesía y no una obligación, cortesía que nunca está de más agradecer.
Nos señala, además, "la vía correcta para formular la denuncia" en falsa oposición con la supuesta incorrección de la nuestra. Lamentablemente se nos confunde -no es la primera vez- con una suerte de mano de obra ad honorem de las publicaciones denunciadas y se pretende que hagamos de otro modo y bajo parámetros ajenos lo que ya hicimos a nuestra manera y con un rigor que no todos pueden exhibir.
4) No "pretendimos comunicarnos" con la Revista Geográfica Venezolana sino que volvimos a informar -al menos por sexta vez- a una publicación de la ULA la situación denunciada, lo hicimos el mismo día en que publicamos la entrega y explicamos las razones por las cuales esta denuncia específica no había sido hecha con anterioridad.
Y sí, lo que dijimos "habla por sí solo" del mismo modo que hablan por sí las respuestas y también los silencios recibidos hasta la fecha.
5) Nos parece muy bien que la Revista Geográfica Venezolana abra una investigación: era hora. Suponemos que será una pesquisa respecto de las responsabilidades internas a la publicación y a la ULA porque la otra investigación y sus resultados acerca del carácter plagiado del artículo publicado ya están expuestos por nosotros. Aunque, con más recursos y otra autoridad institucional, se podrá dar con el trabajo original de Scarpaci y citarlo con precisión en sus disculpas a la comunidad.
Por último, en relación a la irrelevante mención a las normas ISO y a los índices nacionales e internacionales, sólo demuestra blanco sobre negro que no hay normas, índices ni galardones que puedan suplantar la responsabilidad editorial y profesional.

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