lunes, junio 12, 2006

Plagio académico en territorios de lo (in)verosímil

Lo verosímil
"Un día, en el siglo V a.C., en Sicilia, dos individuos discuten y se produce un accidente. Al día siguiente aparecen ante las autoridades, que deben decidir cuál de los dos es culpable. Pero, ¿cómo elegir? La disputa no se ha producido ante los ojos de los jueces, quienes no han podido observar y constatar la verdad; los sentidos son impotentes; sólo queda un medio: escuchar los relatos de los querellantes. […] Platón escribirá amargamente: 'En los tribunales, en efecto, la gente no se inquieta en lo más mínimo por decir la verdad, sino por persuadir, y la persuasión depende de la verosimilitud.'"
Así comienza "Lo Verosímil. Introducción", prólogo de Tzvetan Todorov al volumen colectivo Lo Verosímil. Sin la amargura que Todorov atribuye a Platón y en la creencia de que la verdad es una propiedad socialmente adjudicada a ciertos objetos de producción siempre colectiva, así iniciamos este comentario sobre un caso que, en buena parte, también se vincula a querellas, relatos y verosímil.

Territorios
Territorios es una publicación del Centro Interdisciplinario de Estudios Regionales (CIDER) de la Universidad de Los Andes (Uniandes) y la Asociación Colombiana de Investigadores Urbano Regionales (ACIUR). Se edita en versión impresa y desde 2004 también electrónica y se halla bajo la dirección editorial de Luis Mauricio Cuervo.
La actual página de acceso al sitio de Territorios, en su sección "Tema del mes" y bajo el título "De la producción de conocimiento", ofrece un enlace al texto completo de ese "Comunicado de Territorios" fechado el 10 de febrero de 2006.
Más de la mitad de la comunicación desarrolla una serie de proposiciones generales acerca de la producción social del conocimiento, la práctica colectiva del saber científico y la ética del reconocimiento del esfuerzo ajeno. No podemos disentir con estas premisas generales que son parte de nuestra postura manifestada en diversas oportunidades a lo largo de la serie de artículos publicados en este sitio.
A continuación, Territorios aborda la cuestión particular que amerita su declaración editorial. También puede accederse al texto a través de una página de inicio alternativa en la cual los editores habrían optado por el título "Sobre plagio académico", que juzgamos más adecuado al tema específico del escrito. No por azar, el comunicado aparece tres semanas después de la apertura de Plagio académico y una vez que iniciáramos nuestro firme plan editorial de detallar todos y cada uno de los fraudes suscriptos por Ricardo Ramírez Suárez.
Reproducimos aquí unas cuantas líneas de la comunicación de Territorios que hoy queremos comentar en extenso:
La credibilidad de la Asociación Colombiana de Investigadores Urbano Regionales (ACIUR) está comprometida por la oleada de acusaciones de plagio recibidas por uno de nuestros colegas, joven geógrafo colombiano, Ricardo Ramírez. Como respuesta a estas acusaciones, surgidas desde hace más de dos años e intensificadas recientemente, Ricardo ha declarado ser objeto de una persecución personal por parte de un personaje anónimo que, según Ricardo declara, está empeñado en enlodar su imagen. La ACIUR ha establecido la veracidad de varias de las acusaciones de plagio hechas a Ricardo, pero se reconoce incompetente para adelantar una investigación que permitiera determinar si Ricardo está siendo objeto de una persecución personal, como él lo ha afirmado, puesto que no contamos con las herramientas de investigación y de seguimiento que permitirían establecerlo. Estamos firmemente convencidos del derecho a la defensa con el que Ricardo cuenta, pero también nos sentimos obligados a aclarar que la ACIUR no ha alentado ni alentará este tipo de comportamientos -ni el plagio ni la persecución- [...]
Ricardo Ramírez es, por supuesto, Ramírez Suárez quien habitualmente usa su doble apellido tal como lo hace al suscribir sus cinco reseñas publicadas por Territorios.
En primer lugar y visto que Territorios defiende la ética "del respeto por las ideas del otro, la del reconocimiento de su origen, la del esfuerzo personal por comunicar", hubiera sido oportuno que no diluyera las detalladas e informadas investigaciones de Plagio académico en una inespecífica "oleada de acusaciones de plagio […] intensificadas recientemente" y mencionara la fuente documental de su genuina preocupación. Que sepamos, no hay otros medios que hayan investigado, comunicado y publicado los plagios firmados por Ramírez Suárez por lo que tal oleada se reduce al trabajo intelectual y escritural de este único sitio y de sus editores.
Territorios sostiene que Ramírez Suárez -no tenemos con él la cercanía que habilite llamarlo "Ricardo"- manifiesta ser perseguido por "un personaje anónimo" y que la ACIUR ha constatado que varias acusaciones son veraces. En el comunicado de Territorios no se comprende en qué consistiría una "persecución personal" basada en la denuncia pública de fraudes constatados.
A fin de que se entienda la trama policial urdida por Ramírez Suárez y el burdo intento de escape a sus graves responsabilidades, queremos ampliar la información con un envío que nos hiciera hace casi dos años y en el cual ya desarrollaba su tesis de la difamación sin escrúpulos y la suplantación de identidad. Como corresponde, la transcripción es literal:
De: Ricardo Ramírez
Para: Deliverio Gillette
Fecha: Tue, 3 Aug 2004 15:44:55
Asunto: GRAVE ERROR

Estimado Deliverio Gillette
Me encuentro asombrado de los alcances que pueden llegar las personas para difamar a otras.
Me he enterado que han creado un correo electornico y ademas has obtenido algunso datos personales, cuando estuve inscrito para la ACIUR, en efecto soy un honesto y digno geógrafo Colombiano. PERO JAMAS HE REALIZADO PLAGIO ALGUNO, lamento que personas inescrupulosas se hallan hecho pasar por mí, yo he escrito como investigador solo reseñas y uno que otro articulo pero nunca en revistas electrónicas ni en Colombia ni en nigún otro pais.
Agradesco al señor Victor de el magazin por poner de manifiesto los malos manejos que deja la INTERNET que asi como no tiene control sobre lo que se escribe tampoco hay un cotrol sobre quien escribe.
Lamento esta situación, me deja profundamente triste, ya que soy un joven investigador que en ningun momento quiere hacer quedar mal a una institucion como la ACIUR la cual no creo que tenga absolutamente nada que ver en este asunto. ya puse al tanto a las autoridades, ya que ha estas personas que se han hecho pasar por mi son personas que lamentablemente ya identifique y que por cuentiones policiales las autoridades me han pedido no delatarlas mientras que se les adelanta el respectivo proceso. POR FAVOR ANTES DE PROMULGAR LOS CORREOS SERCIORANOS PRIMERO CON LOS PERJUDICADOS.
Me siento muy triste si me estan difamando mi nombre y buena honrra en redes electronicas de investigadores ya que yo soñaba algun dia en ser un buen investigador......
mis más sinceros saludos

Ricardo Ramírez Suárez
Este envío fue remitido alrededor de doce horas después de que pusiéramos al tanto a los interesados acerca de la publicación de una nota ya mencionada en el editorial que inauguró este sitio; nota en la cual se brinda información sobre seis plagios del falso autor y no se manifiesta crítica, denuncia ni comentario alguno respecto de internet.
En esas escasas horas Ramírez Suárez había tenido tiempo de enterarse por terceros, entrar y salir de su asombro, investigar plagios y originales, identificar a los responsables -es decir que por entonces no era "un personaje anónimo" sino personas plurales y conocidas- y denunciarlos ante unas autoridades que ya habían formulado sus consejos y abierto el respectivo proceso. Lo que se llama una mañana sumamente productiva...

Lo (in)verosímil
Territorios se manifiesta convencida del derecho a la defensa que asiste a Ramírez Suárez. Nosotros también y no sólo en eventuales tribunales sino, primero y ante todo, en el intercambio discursivo que le permita plantear y sostener sus argumentos y contraargumentos. Tras dos años, sólo hemos visto remakes de la oscura fábula de unos difamadores, primero identificados y después anónimos, empeñados en "enlodar su imagen". Imagen que ignoramos cuál sería en su faz no enlodada: Ramírez Suárez -ya lo hemos dicho- parece carecer de inserción académica, antecedente profesional o publicación genuina; afirma que ha "escrito como investigador solo reseñas y uno que otro artículo" pero todas las publicaciones que investigamos, reseñas y artículos, constituyen flagrante fraude.
A través del comunicado de Territorios, la ACIUR "se reconoce incompetente para adelantar una investigación que permitiera determinar si Ricardo está siendo objeto de una persecución personal". Comprendemos que, en efecto, dicha investigación excede los medios y atribuciones de una asociación académica.
No obstante, nos preguntamos cómo llegaron las cinco reseñas suscriptas por Ramírez Suárez a las páginas de otros tantos números de Territorios, si fueron remitidas por correo electrónico desde la dirección apócrifa abierta por un difamador o entregadas en mano por el autor a algún responsable de la revista. En otras palabras, si la ACIUR y Territorios pueden dar fe de que su miembro y colaborador Ramírez Suárez -a quien afectuosamente llaman "Ricardo" en un comunicado público e institucional- es una persona de existencia real y visible o bien podría tratarse del mismo personaje que según otro Ramírez Suárez, verdadero, estaría empeñado en enlodarlo.
El Ramírez Suárez que se asume víctima de una persecución reconoce haber estado "inscrito para la ACIUR" y Cuervo nos confirmaba hace casi dos años que "Ricardo Ramírez ha colaborado con nuestra asociación". Pero ¿cuál de ellos?, ¿el geógrafo acosado o su anónimo acosador?
Lo ridículo de la tesis del personaje anónimo y persecutor es evidente: el difamador habría remitido unas reseñas bajo el nombre de Ramírez Suárez que Territorios publicó durante años sin consultar a Ramírez Suárez, miembro de la ACIUR. A su vez, Ramírez Suárez habría pasado años sin notar que la revista Territorios, órgano de la ACIUR, publicaba unas reseñas a su nombre que jamás había escrito.
Quedan, además, una enorme cantidad de preguntas sin respuesta verosímil. ¿Por qué el activo difamador nunca envió anónimas denuncias a la ACIUR, Territorios u otras instituciones vinculadas a Ramírez Suárez si su perverso fin era descalificarlo y perjudicarlo? ¿Por qué dedicó cinco silenciosos años de su vida a multiplicar plagios en una veintena de revistas del mundo y esperó a que el puro azar condujera a terceros a descubrir los fraudes? ¿Por qué cesó abruptamente su hasta allí inútil campaña de difamación -difamar es desacreditar públicamente y no en una intimidad ignorada hasta por el difamado- en el preciso momento en que la denuncia de los plagios se puso en conocimiento de directores, editores responsables y autores plagiados?
La buena novela policial tiene su propia verosimilitud que suele excluir de plano su inscripción en los territorios del absurdo. En esta historia mal narrada, como en cualquier ficción mal guionada del género policial, termina por ocurrir lo que ya todos sabíamos que ocurriría: recensiones publicadas en Territorios durante 2001, 2002 y 2003 con la firma de (algún) Ramírez Suárez, también constituyen plagio.

Plagio académico
La ACIUR -ni Territorios- podrá no contar con herramientas para investigar el más allá de la poco sólida trama pergeñada por Ramírez Suárez pero así como "ha establecido la veracidad de varias de las acusaciones de plagio" -y si sólo recorre una a una estas páginas puede establecer la veracidad de todas- bien podría haber investigado a lo largo de los dos últimos años las reseñas firmadas por el falso autor y editadas en su revista. ¿Acaso no basta haber constatado que varios trabajos suscriptos por Ramírez Suárez son plagios para indagar en aquellos textos que se exhiben con idéntica firma en una publicación propia?
La ACIUR -vía Territorios- plantea que no alienta el plagio, se compromete a incrementar sus cauciones editoriales, invita a otras publicaciones a observar cuidados semejantes y convoca a "un esfuerzo formativo en la ética del respeto y el reconocimiento de la originalidad de las ideas de los demás". Nos parece muy bien. Resta saber si, además de no alentarlo -no creemos que lo aliente-, condena el fraude académico y comienza por combatirlo en la revista que se edita bajo su responsabilidad.
La ACIUR y Territorios pueden optar por alinearse junto a la frondosa imaginación de Ramírez Suárez, compartir sus pobres balbuceos argumentales y hacer de la certeza paranoide su propia duda radical. Pueden explicitar su rechazo, prescindencia y equidistancia respecto de "este tipo de comportamientos" (el plagio académico constatado y la imaginaria persecución personal) pero lo que no pueden -éticamente hablando- es ignorar ni sostener el plagio en sus propias páginas.
La capacidad de declamar las grandes cosas suele correlacionarse con la dificultad para intervenir en las más pequeñas y la ensayística acerca de una ética de la producción del saber académico, con preocupantes fenómenos de parálisis y cegueras en el ejercicio de la responsabilidad editorial.
Como bien sostiene la comunicación de Territorios, "la credibilidad de la ACIUR está comprometida" pero, a la vez, la oportunidad es inmejorable para recomponerla, fortalecerla y señalar un camino que muchas publicaciones académicas desconocen, sea por acción u omisión. No será mediante comunicados declamatorios de corte filosófico ni reflexiones sobre fabulaciones pueriles y alocadas como aprovechará esa oportunidad.
Al menos desde Platón y hasta nuestros días, la credibilidad no es más que otro nombre de lo verosímil.

Qué hacer y quehacer editorial
Hubiéramos cerrado aquí nuestra entrega de la fecha a no ser por la invitación que ACIUR y Territorios hacen sobre el cierre de su comunicado: "El debate sigue abierto y agradeceremos a quien desee hacerlo, aclararlos e iluminarnos acerca de si nos compete tomar alguna medida adicional".
Aclarar e iluminar resultan metáforas exageradas para el alcance de nuestras humildes opiniones y aunque no hemos sido convocados a la lectura ni mencionados en el texto, nos sentimos incluidos en esa invitación amplia y queremos sugerir algunas medidas que sólo podrían denominarse adicionales si le cupiera el nombre de medida al diálogo sostenido por los responsables de la ACIUR con el sistemático plagiador o a la publicación en Territorios de la comentada comunicación.
En rigor, nos asalta un déjà vu y nos parece haber repetido estos sencillos conceptos otras veces:
- Sería necesario que retiren con carácter urgente de las páginas de Territorios los plagios suscriptos por Ramírez Suárez y en su lugar ofrezcan las pertinentes explicaciones y disculpas a lectores, autores e instituciones.
- Asimismo, que implementen los medios adecuados para llevar adelante retractaciones y advertencias semejantes en todos los ejemplares de la versión impresa de la revista que tengan circulación pública.
- Por último, que soliciten medidas análogas a todas las publicaciones que exhiben plagios de Ramírez Suárez con compromiso explícito de su credibilidad institucional ya que los suscribe en carácter de miembro de la ACIUR.
Hasta el lunes.

ecoestadistica.com